top of page

ANÉCDOTAS Y ACCIDENTES

CURIOSIDADES

LA CARA MENOS AMABLE

Las anécdotas que se pueden contar de esta obra son innumerables. Tal vez de las más curiosas pueda ser una que le vino a suceder a una aldeana que iba a vender sus productos a la famosa plaza de Portugalete, la cual para le mejor transporte de éstos, los transportaba sobre un burro, animal que una vez introducido en medio de la barquilla y ésta puesta en marcha, se cabritó dando saltos y desparramando todas las hortalizas entre la barquilla, cayendo un buen número de ellas al agua, entre los apuros de la pobre aldeana por sujetar al asno y las risas de los demás viajeros, ante lo pintoresco de la escena. 

 

También han sucedido otras, como la de aquel conductor que estrenaba coche ese día y a la hora de llegar a la barquilla, en vez de pisar el freno, pisó el acelerador y fue a caer con vehículo incluido a las aguas del Nervión, pero sin tener que lamentar desgracias personales. 

 

En ciertas ocasiones algunas personas se han encaramado hasta su travesaño, tal vez atraídas por unas mejores vistas, y otras, por determinadas reivindicaciones sociales, laborales o políticas.

 

Cabe destacar que en contadas ocasiones han llegado a chocar con él algunos barcos, remolcadores, etc. pero sin sufrir por ambas partes daños de consideración.

 

Desde su inauguración el Puente Bizkaia ha servido de inspiración a todo tipo de anagramas, logotipos, pegatinas, etc., siendo tal vez lo más destacable la etiqueta de una bebida que se fabricaba sobre los años 20, así como el logotipo de la sección de tiempo libre de la famosa revista Play-Boy.

El puente ha sido noticia en diferentes ocasiones debido a los accidentes que se han producido en él.

 

En el mes de Agosto de 2014, un barco chocó contra la barquilla del puente sin causar ningún herido ni víctima mortal. Todo se debió a una mala coordinación entre el barco y el responsable del maquinista del puente.

 

Pero sin duda, el accidente más grave fue el ocurrido el 8 de septiembre de 2010, cuando Mikel Uriarte, un joven de 22 años falleció en aguas de la ría al resbalar su coche por la barquilla y caer del puente. Las asistencias sanitarias poco pudieron hacer por su vida.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Los informes técnicos y la familia culparon al mal estado de la barquilla y a la firmeza de la barrera de seguridad. Otros testigos, en cambio, afirman que Uriarte entro rápido a la barquilla, por encima de lo marcado y unido a que había llovido, el coche derrapó y cayo al agua. Después de mucha lucha en los tribunales, el juez del Juzgado nº 1 de Barakaldo,  sobresee la causa. La familia aún anda peleando con recursos para que se esclarezca lo sucedido.

 

Otras incidencias destacables son, la apertura de las puertas de la barquilla a mitad de camino o las averías técnicas del ascensor y la propia barquilla. Numerosos viajeros han reclamado más seguridad para los vehículos y pasajeros en la barquilla.

bottom of page